Jornada#3. Encierro Femenino.

En esta tercera jornada examinaremos las particularidades del encarcelamiento desde una perspectiva de género prestando particular atención a la patologización y tratamiento terapéutico de las conductas supuestamente femeninas. Asimismo examinaremos la relación entre arte, salud mental y terapia.

Encierro femenino y patologización del sujeto mujer.

Debido a cambios en el Código Penal que han endurecido las penas y aumentado la lista de conductas castigadas, en los últimos años ha habido un incremento de la población penitenciaria. En la actualidad hay 133 internos por cada 100.000 habitantes en Cataluña (datos de marzo de 2013), siendo el porcentaje de mujeres presas uno de los más altos de la Unión Europea ( 7% del total ), de las que un 2,2 % conviven con los hijos menores de 3 años en situación conjunta de prisión en régimen ordinario (1).

Pese a que la igualdad de género es un valor reconocido en la ordenanza jurídica catalana, el sistema penitenciario presenta carencias en cuanto a las particularidades del encarcelamiento femenino. Diversos informes señalan que las presas disponen de peores instalaciones, que éstas están situadas más lejos de sus núcleos familiares, que tienen menos posibilidades de formación y laborales y que cobran menos que los hombres presos. Como argumenta Dolores Juliano (2), a estas particularidades hay que sumar que la actitud ante el delito se concreta en estrategias diferentes por género. Así, mientras que para los hombres existen modelos socialmente aceptados de transgresión y que pueden expresarse como emblema de masculinidad, para las mujeres toda transgresión se convierte en estigma y exclusión. Esto hace que los hombres puedan hacer compatible el delito con sus roles sociales y familiares, mientras que las mujeres pueden perder irreversiblemente su función dentro del tejido familiar y su reconocimiento social. Como señala E. Almeda, “además, la concepción estereotipada de la mujer encarcelada como una persona «conflictiva, histérica y emocional» comporta que en las cárceles de mujeres se  suministre mayor medicación. Así, en el tratamiento penitenciario de las mujeres predomina un enfoque psicoterapéutico por encima del resocializador. Por este motivo, el nivel de prescripciones de tranquilizantes, antidepresivos y sedantes que se facilitan a las mujeres presas es, en general, mucho mayor que en el caso de los hombres en la misma situación. Ello no es extraño si se tiene en cuenta que, a lo largo del tiempo, la perturbación mental ha sido considerada como una de las causas más importantes de la criminalidad femenina y, por tanto, la medicación y el internamiento psiquiátrico eran y son, en muchos casos, prácticas habituales en el campo penitenciario. La concepción de la mujer delincuente como una persona loca más que mala, «mad not bad», es uno de los temas omnipresentes en la criminología positivista. De hecho, la consideración patológica de la mujer delincuente no ha sido todavía superada y sigue influyendo en la concepción que se tiene de las mujeres presas. Por tanto el enfoque psicoterapéutico y correccional predomina sobre el enfoque rehabilitador. El objetivo final de las cárceles de mujeres sigue siendo la corrección de las mujeres encarceladas que han vulnerado las leyes penales y se han desviado socialmente de su rol social tradicional. La política penitenciaria actual tiene como objetivo corregir esta supuesta desviación social buscando reconstruir la domesticidad perdida de las mujeres encarceladas.” (3).

Esta tendencia a patologizar y medicalizar la conducta supuestamente femenina se puede ver reflejada en la serie de capítulos del programa “A la presó” que TV3 produjo y emitió durante el 2009. Entendemos que el programa ofrece la visión oficial sobre el encarcelamiento. De los 7 episodios emitidos, hay dos en que la mujer es protagonista. El primero (“Cap. 1: Laia i Eva” (4)) se refiere concretamente al encierro femenino y nos presenta dos casos con condena por los mismos hechos (robo con intimidación y agresión). Las dos protagonistas están bajo tratamiento farmacológico: una por deshabituación, la otra por trastorno mental. El otro capítulo en el que aparecen mujeres se titula “Cap. 6: L’Amor a la presó” (5), en el que se abordan las relaciones afectivas… ¿hasta qué punto no se reproduce el estereotipo de la mujer víctima de su irracionalidad y sentimentalismo?

Siguiendo el rastro de la medicalización de los cuerpos de las mujeres, presas o no, nos parece intuir  lo que Beatriz Preciados ha llamado “Farmacopoder”. Con ello expresa un desplazamiento desde el Poder Disciplinario, definido por Foucault, hacia un poder que se introduce en los cuerpos a través de la ingesta de fármacos. “En un caso nos encontramos con una arquitectura política externa que define la posición del cuerpo en un espacio colectivamente regulado, crea posiciones de poder específicas (…) y permite generar un saber (visual, estadístico, demográfico) acerca de los individuos controlados. En el otro, nos enfrentamos a un dispositivo que, sin dejar de aumentar su eficacia, ha reducido su escala hasta convertirse en una técnica biomolecular individual consumible por vía oral. En la era farmacopornografica el cuerpo se traga el poder. Se trata de un control democrático y privatizado, absorbible, aspirable, de fácil administración” (6). En la prisión de mujeres podríamos decir que ambos poderes se solapan.

La revisión, pues, que proponemos del encierro femenino se fundamenta en los vínculos que histórica y socialmente se establecen entre locura y delincuencia para explicar la desviación de la conducta en las mujeres y que marca las características de su encierro y tratamiento.


 

Entre arte y terapia.

Si admitimos la existencia de este poder terapéutico y farmacológico dentro de las prisiones en general y los centros de mujeres en particular, y siguiendo con nuestra idea del arte como herramienta de resistencia, pensamos interesante deconstruir el modelo terapéutico desde la misma función del arte. Existen varios dispositivos que se articulan desde lo artístico para trabajar con el sufrimiento personal y social, pero desde una vertiente crítica y de resistencia es importante entender las dinámicas que se establecen en una relación terapéutica para evitarlas y no generar de esta forma nuevas relaciones de dependencia. Proponemos entender qué o cómo “cura” el proceso creativo apartándonos de la visión simplista de que el arte en sí es terapéutico ya que, como explica Eva Marxen “resulta imprescindible el ejercicio continuo de análisis crítico alrededor de los términos terapia, arteterapia, arte y las prácticas psi para no participar en unas dinámicas normalizadoras y en la producción de subjetividades dominantes” (7). Son diversas las propuestas artísticas que se hacen en prisiones con mujeres. Generalmente las propias participantes describen estas actividades como positivas porque interrumpen la rutina, se generan espacios de mayor libertad, y porque son potencialmente seguros para el autoconocimiento y el trabajo en equipo.

En esta jornada contaremos con la participación de artistas que han desarrollado sus proyectos dentro de cárceles de mujeres para averiguar cómo los rastros del encierro femenino condicionas los trabajos y cuáles son las necesidades para un correcto desarrollo de las actividades, entendiendo que el marco para que se produzca un hecho artístico precisa de seguridad emocional y libertad creativa.

 

Trabajos citados
  1. Departament de Justícia. Descriptors estadístics de serveis penitenciaris i rehabilitació. Dades fins a març del 2013. Departament de Justícia. [En línia] 2012. . [En línea] http://www.gencat.cat/justicia/estadistiques_serveis_penitenciaris/index.htm..
  2. Juliano, Dolores. Presunción de Inocencia. Riesgo, delito y pecado en femenino. San Sebastián : Tercera Prensa-Hirugarren Prentsa S.L., 2011.
  3. Almeda, Elisabet. Mujeres y cárceles, pasado y presente de las cárceles femeninas en España. Departament de Justícia. [En línea] 2006. http://www20.gencat.cat/docs/Justicia/Documents/ARXIUS/doc_40694288_1.pdf.
  4. TV3. A la Presó. Laia i Eva. [En línea] 2009. http://www.tv3.cat/videos/1487789/Laia-i-Eva.
  5. TV3. A la Presó. L’amor a la presó. [En línea] 2009. http://www.tv3.cat/videos/1584249/Lamor-a-la-preso.
  6. Preciado, Beatriz. Testo yonqui. Madrid : Espasa Calpe, S.A., 2008.
  7. Marxen, Eva. Arte, experiencia y terapia. La vanguardia.com. [En línea] 1 de Enero de 2014. http://www.lavanguardia.com/cultura/20131106/54393800330/arte-expreiencia-terapia.html.

 

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